miércoles, 11 de abril de 2012

Hielo.

Aveces aparentamos ser fuertes, para esconder debajo de esa apariencia nuestras debilidades. No queremos que nadie sepa que no somos indestructibles, que tenemos nuestro punto débil, como el talón de Aquiles.
Cuando te has caído, has aprendido a levantarte y las heridas del pasado las has sabido cerrar con cicatrices que lo dejaban todo como estaba antes, pero te equivocas si piensas que después de esas cicatrices todo esta igual que estaba antes. Después de cada caída, de cada herida y de cada cicatriz has aprendido algo, algo nuevo que te hará más resistente ante una nueva caída. Y así, es como poco a poco vas forjando un pequeño escudo que te rodea y te protege, para evitar que te caigas. 
Aveces, nos aislamos demasiado en esa armadura de hielo que nos protege, creando que nadie pueda ayudarnos,  nos llenamos en grasa para que todos los problemas nos resbalen y no nos afecten. 
Hace falta ser fuerte para protegerte tan bien, pero hace falta caerse. ¡Sí! Todos tenemos que dejarnos llevar alguna vez y derrumbarnos, por que la caída no es voluntaria, ¡pero levantarse es obligatorio! Porque dejar caer una lágrima no tiene que significar que estas perdido, aveces llorar es de valientes, es de saber afrontar la situación. Llorar te libera de muchas tensiones y te hace pensar con un poco más de claridad.
Si todos nos rodeáramos de un escudo tan fuerte que nada nos afectará, seriamos todos de hielo, no tendríamos sentimientos, seríamos personas frías sin preocupaciones por nada ni por nadie. Aveces hay que arrimarse un poco a las brasas y a lo caliente (Aquí las mentes calenturientas, piensen lo que quieran jajaja) para poder sentir. 
Esta bien, aprender de los palos. Esta bien irte haciendo inmune a los golpes. Esta bien hacerse fuerte y protegerse de los males. Pero aveces tanto escudo nos hace encerrarnos en nosotros mismo bloqueando la entrada de cualquier persona a nuestro interior. Señores, que la vida también es arriesgarse. Abre el escudo que te encierra de vez en cuando para que alguien pueda acceder a tu corazón, nunca vas a poder saber si eso va a provocar una herida o una sonrisa, pero quien no arriesga nada, nunca, ya lo ha perdido todo.
La vida es como un juego de azar, unas veces puedes salir victorioso y otras perdedor, pero siempre vas a sacar algo bueno de cualquiera de las dos cosas. Siempre que puedas, deja ver tu sonrisa y sigue adelante.
Judith.

2 comentarios:

  1. "Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta" diría Dani Martin ahora mismo si leyera esto :) (Inspirativo, como usualmente). La verdad ... es que creo que yo nací sin escudo, y moriré sin escudo. Soy muy dolida, me duele todo mucho. Asi que .. si te caes 100 veces, levantate 101 !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, sentir mucho dolor te da para aprender más de él. Para ir superando los palos (: Y totalmente de acuerdo con la última frase!

      Eliminar